Inepcia informativa: Crónica de instrucción.
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- 10 may 2020
- 2 Min. de lectura
Por Yahir Del Llano.

Ese resplandor naranja… podía ver como el ocaso se aproximaba y las estrellas despertaban. Estaba listo para para salir con mi chica pero aún era muy pronto. Caminaba para hacer tiempo y en eso pasé por un gran centro de convenciones. Recuerdo que algunas veces vine para algunas expos de comics y cosas de videojuegos, pero extrañamente no había ninguna lona por fuera como suele ser para los eventos que se llevan a cabo. Eso fue muy raro para mí así que decidí acercarme más, total aún faltaba media hora para ver a mi novia.
Minutos después al tener ambos pies dentro, pude percatarme que el acceso estaba restringido, de hecho parecía cerrado el lugar lo cual prácticamente nunca sucede. Entonces si unos pasos y me acerqué con el primer oficial que vi para preguntarle. Resulta que están acondicionando el lugar para que sea un hospital temporal por todo lo que está pasando con el Coronavirus. Por lo que pedí permiso para pasar, mostrando mis credenciales así que finalmente me dio el acceso para que un rato después estuviera vagando por los anchos y largos pasillos con vista al Hipódromo de Las Américas.
Todo estaba tan vacío, era como un ligar fantasma donde solo los ya escasos rayos del sol penetraban los gigantescos cristales. Camine y camine, hasta llegar a donde de hecho fue la última expo por la visité el lugar. Esto me causó intriga así que decidí dirigirme hacia allá. Mientras más me aceraba el lugar cobraba vida con gente usando trajes especiales y cubrebocas que metían cosas y cosas por la entrada.
Llegó un punto en el que ya no podía acercarme más por las medidas de limpieza pero al saltar para poder visualizar mejor, pude ver tantas camillas como peces en el mar, una tras otra, con muchas personas acomodando y ordenando todo. Se veían como hormigas creando una colmena, realmente fue un espectáculo increíble, sobre todo por como pueden cambiar las cosas. Tenían todo casi listo para ordenar el traslado de los enfermos de diferentes hospitales de la capital. Esto lo pude escuchar de la boca de algunos hombres.
Al darme vuelta vi un gran cartel… “Fundación Carlos Slim” parecía que ese nuevo hospital temporal estaba a cargo de esa fundación como también de otras. “Citibanamex”, “Wal-mart”… eran tan sólo algunos de los 16 nombres que conformaban la lista de los donantes de fondos. Todo era tan blanco y tan diferente a lo que vemos en una convención. Ahora entiendo todo, para mi suerte no he estado completamente informado de los sucesos del país. Debí leer, ver o escuchar algo sobre esto que están haciendo por la gente, no todo es diversión, también hay que dejar lo habitual para transformar y ayudar.
Camine por donde vine, la luz natural era completamente ausente. Llegó la luz artificial y salí del lugar. El tiempo había volado y yo no podía creer como en 20 minutos podías ver tantas cosas y del mismo modo podían pasar. Si algo me quedó muy claro es que ahora me siento culpable y quizás deba cancelar la cita para ir a casa… Gente crea nuevas hospitales de donde se puede y yo ni sabía ni me quedo en casa. Llamaré a Arleth… tengo que contarle todo esto.
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